El paso de los años desencadena muchos cambios estéticos en las personas, entre otros, va dibujando signos de cansancio en nuestro rostro, aparentando una edad mayor a la real. La blefaroplastia es una cirugía que consiste en una remodelación de los tejidos perioculares mediante la eliminación las bolsas de grasa y el exceso de piel en los párpados del paciente consiguiendo un aspecto más joven.
El objetivo que impulsa, generalmente, a un paciente a someterse a una intervención de blefaroplastia suele ser de origen estético buscando que el aspecto de su rostro sea más bello y descansado recobrando la vida perdida en su mirada. No obstante, no siempre se realiza esta operación motivados por rejuvenecer nuestro aspecto. En algunos casos el motivo es una mejora de la visión (algunos pacientes desarrollan una caída tan pronunciada de los párpados superiores que afecta a su campo de visión). En este caso hablaremos de una blefaroplastia funcional.
En general, como en cualquier intervención, es importante que el paciente hable de una manera clara con el cirujano para que le resuelva todas las dudas que tenga, siendo además muy importante que le transmita las expectativas que tiene tras la intervención.
El cirujano, tras evaluar al paciente, le informará de las técnicas y tratamientos más adecuados en función de sus párpados y proporcionará al paciente las indicaciones a seguir para prepararse para la intervención. Esta intervención puede realizarse de manera aislada o como parte de otra operación.
La intervención de blefaroplastia
La intervención por blefaroplastia no necesita ingreso en el hospital, generalmente con anestesia local con sedación, aunque, en algunos casos en los que además de intervenir el párpado se realiza como parte de una operación junto a otras cirugías más invasivas, se utiliza la anestesia general.
La duración de la intervención varía desde treinta minutos a dos horas.
La blefaroplastia del párpado superior consiste en la extirpación del exceso de piel e incluso en algunos casos de parte del músculo orbicular subyacente y parte de la grasa del interior del párpado. Las incisiones se realizaran en las dobleces naturales o plieges que se forman en el parpado, resultando por tanto muy poco disimuladas y poco visibles las cicatrices.
La blefaroplastia del párpado inferior consiste en la corrección de las bolsas de los párpados inferiores.
El tratamiento a seguir para la corrección de las bolsas oculares puede realizarse mediante la eliminación del exceso de grasa o mediante su recolocación en las zonas donde se producen las ojeras cuando hay un hundimiento (de esta manera, corregimos el hundimiento existente, además de eliminar las bolsas). La intervención puede realizarse de manera externa o interna. De manera externa la intervención se realiza mediante una incisión situada justamente bajo de las pestañas. De manera interna (o por vía transconjuntival) se realiza una incisión desde en el interior del parpado y por tanto no deja cicatrices.
Se realizaran suturas muy finas, en cualquier caso, para cerrar las incisiones.
En algunos casos, además de eliminar las bolsas, será necesario eliminar una pequeña cantidad de piel del párpado inferior.
El Post operatorio
Tras la intervención, únicamente habrá que permanecer en el hospital unas horas, no siendo necesario el ingreso del paciente.
La gran mayoría de los pacientes pueden hacer vida normal en uno o dos días, pudiendo volver al trabajo en una semana.
Síntomas como inflamación, hematomas, una gran sensibilidad a la luz, trastornos en la agudeza visual y lagrimeo abundante, son normales en las primeras semanas. Estos irán desapareciendo en corto espacio de tiempo.
El resultado final
Cuando la intervención es realizada por un cirujano experto es raro que se produzcan complicaciones.
Entre las posibles complicaciones, las más frecuentes son: edemas, pequeñas asimetrías en los párpados y exceso residual de piel o grasa de las bolsas. Otras complicaciones, infrecuentes pero graves serían las que afectan a la visión y/o superficie ocular, la retracción del párpado e infección que pueden dar lugar a en casos extremos ceguera.
El paciente suele quedar muy satisfecho con el resultado y este se mantiene durante mucho tiempo (durante años), resultando incluso permanente en muchas ocasiones.
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